El Señor de los Anillos: La Segunda Edad del Sol

Adonis

Adonis

Director de contenidos en Súper Ficción - Amante de Marvel Studios, el universo de DC y de Star Wars, aunque escribo sobre lo que haga falta.
Última Alianza

Volvemos una semana más con la historia de la Tierra Media después de un parón considerable en esta sección. Como recordaréis, acabamos en la anterior entrega con la derrota del malvado Morgoth a mano de los Valar y su ejército. Hoy vamos a ver qué acontecimientos ocurren durante la Segunda Edad del Sol. Ésta será sobre la cual tratará la serie de la que tanto se habla de El Señor de los Anillos de Amazon Prime Video.

Antes de comenzar se debe decir que todo lo que aquí se recoge está escrito en El Silmarillion la recopilación de libros del autor publicada de forma póstuma por su hijo, Chistopher Tolkien.

Durante la batalla de los Valar contra Morgoth, la tierra se sacudió de tal manera que toda la zona de Beleriand acabaría anegada por el mar. Solo las Montañas Azules sobrevivieron al cataclismo. El mundo ahora se vería tal y como nos lo han presentado siempre tanto en los libros como en las películas de El Señor de los Anillos.

Mapa de la Tierra Media en la Segunda Edad

Los elfos durante los inicios de la Segunda Edad

Aquellos elfos que habitaron en su día Beleriand y sobrevivieron a la masacre, se asentaron al oeste de las Montañas Azules y fundaron el reino de Lindon. Gil-Galad, hijo de Fingon, fue quien lo fundó, y eligió este lugar debido a que era lo único que quedaba de su tierra. Allí residían también los elfos Círdan, Elrond, Galadriel y Celeborn.

Pero no todos los elfos se quedaron en Lindon. Hubo algunos que viajaron al este, se asentaron en el Gran Bosque Verde y se mezclaron con los elfos silvanos que allí residían, volviéndose sus gobernantes. El rey fue Oropher, y junto a él estuvo Thranduil, su hijo. Éstos fueron el abuelo y el padre del elfo más conocido de todos: Legolas.

Tras unos siglos residiendo en Lindon, Galadriel y Celeborn se trasladaron y asentaron en el nuevo reino de Eregion. Cercano a la mina de Moria, o Khazad-Dûm (La mina del Enano) y al reino de Lórien, de elfos silvanos.

Pues bien, estos cinco reinos: Lindon, el Gran Bosque Verde, Eregion, Moria y Lórien; fueron los más importantes durante la Segunda Edad del Sol.

Los hombres de Númenor

Como recordaréis, al término de la Primera Edad, los Valar levantaron la isla de Númenor como gesto de agradecimiento a aquellos hombres que ayudaron en la batalla contra el mal. Estos hombres fueron bendecidos con una vida mucho más larga que la de sus hermanos de la Tierra Media. Elros, hermano de Elrond y rey de los númenóreanos, alcanzó los quinientos años de edad.

Mapa con Númenor

Los hombres de Númenor, como buenos isleños, desarrollaron en gran medida la navegación. Gracias a su gran afán por lo desconocido, viajaron hacia el este de la tierra, pues el oeste fue prohibido por los Valar. Temían que aquellos hombres, que aunque gozaban de una gran esperanza de vida, envidiaran la inmortalidad que había en Valinor.

En un principio esto les importó poco o nada, pues había un sinfín de posibilidades hacia el este. Estos viajes solían acabar en la Tierra Media y allí se dedicaban a formar a los hombres que vivían allí, proporcionándoles sabiduría y nuevas habilidades.

Pero llegó el día en que todo el este fue explorado y nada quedaba por hallar. Así pues, los númenóreanos empezaron a fijarse en el oeste y llegaron, incluso, a envidiar a los Valar y los elfos, pues eran inmortales. Las gentes de Númenor se podían dividir en aquel entonces en dos ramas bien diferenciadas: los Hombres del Rey, aquellos que envidiaban la inmortalidad de sus vecinos y que se posicionaban en contra de aquellos que la poseían; y los Fieles, aquellos que mantuvieron su amistad tanto con los elfos como con los Valar.

Barcos de Númenor

Siguió pasando el tiempo y los númenóreanos volvieron a viajar a la Tierra Media, pero con un objetivo distinto al de tiempo atrás. En esta ocasión se dedicaron a ir a someter a los hombres que allí vivían, aquellos que instruyeron en su día. Una vez sometidos, estos hombres de Númenor no regresaban, sino que se quedaban en el territorio sometido para ser grandes reyes de los hombres.

La forja de los Anillos de Poder

Al término de la Primera Edad, Morgoth fue encarcelado por los Valar, pero Sauron quedó libre en la Tierra Media, donde se asentó. Mordor fue la tierra que escogió para su base y allí fortificó el lugar y generó grandes ejércitos con el objetivo de controlar y someter a los elfos, la raza más poderosa que habitaba la Tierra Media.

Para llevar a cabo su plan, Sauron se disfrazó con una forma agradable y se dirigió en primer lugar a Lindon, pero Gil-Galad y Elrond no le dejaron pasar, pues desconfiaban de él en todos los ámbitos. Entonces, Sauron fue a Eregion, y allí fue recibido como invitado. Brindó gran conocimiento a los elfos de aquel reino y esto le ayudó a forjar una buena amistad con ellos. Pero había una figura que Sauron temía dentro de la ciudad: Galadriel.

Así pues, Sauron convenció a Celebrimbor, hijo de Cúrufin y nieto de Fëanor, para que diera un golpe de estado y se hiciera con el trono de Eregion, haciendo que Galadriel y Celeborn tuvieran que exiliarse a Lórien.

Sauron y Celebrimbor no solo forjaron una amistad, sino que también forjaron los anillos de poder. Empezaron forjando anillos menores que tenían ciertas cualidades mágicas a modo de prueba, y con el tiempo, fueron forjados los anillos de poder, que fueron dieciséis. Entonces Sauron volvió a Mordor y Celebrimbor se quedó en Eregion.

Anillos de los Elfos

El rey de Eregion dio uno de los anillos a Durin III, el rey de Khazad-Dûm y forjó por sí mismo los tres últimos anillos de poder, los más poderosos que se habían forjado hasta entonces: Narya (anillo del fuego), Nenya (anillo del aire) y Vilya (anillo del agua).

Pero Sauron tampoco se quedó quieto, pues en la forja del Monte del Destino forjó el Anillo Único, aquel que estaba diseñado para controlar al resto de anillos de poder y someterlos a la voluntad del malvado Sauron. Pero cometió un error, pues al ponerse el Anillo Único, Celebrimbor se dio cuenta de que le habían engañado, y arrepentido, viajó a Lórien para recibir el consejo de Galadriel.

Ésta le aconsejó que escondiera los anillos lo mejor posible, así pues, Celebrimbor le entregó a Galadirel el anillo Nenya y llevó hasta Lindon los otros dos para que el rey Gil-Galad los tuviera bajo su protección. Los quince anillos restantes se quedaron en Eregion.

Sauron forjando el Anillo Único

Cuando Sauron supo de esto entró en cólera y mandó a sus ejércitos hacia la batalla, dando lugar a la Guerra de Eriador donde Eregion fue destruída y Celebrimbor torturado hasta que reveló dónde estaban los anillos de poder restantes. Sauron se hizo con ellos, haciéndose poseedor de quince anillos de poder. Solo le faltaban los tres de los elfos y aquel que se regaló a Durin III.

Sauron entregó a los dirigentes enanos seis de esos quince anillos y el resto a reyes de los hombres, entre los que podemos contar a los númenóreanos que se quedaron en la Tierra Media; pero no fue capaz de encontrar los tres anillos de los elfos, que los tenían Galadriel, Círdan y Gil-Galad.

Por último, es destacable el hecho de que es en estos tiempos cuando Elrond funda Rivendel.

Rivendel

Sauron, el Rey de los Hombres, y la caída de Númenor

Cuando sus planes de dominar a los elfos fracasaron, Sauron centró sus esfuerzos en controlar a los hombres, mucho más manipulables. Así pues, se enfocó hacia el este y el sur y acabó por proclamarse Rey de Todos los Hombres.

Este hecho llegó a oídos del rey de Númenor de aquel entonces: Ar-Pharazôn. Éste, ultrajado e insultado, pues él se consideraba el Rey de los Hombres, mandó a su ejército a Mordor. Sauron quedó impresionado por el poder que mostraba aquel ejército y se rindió sin presentar batalla siquiera.

Sauron ridiéndose ante Númenor

Entonces, Ar-Pharazôn llevó a Sauron prisionero a la isla de Númenor, lo cual no fue una buena idea. El Maia (singular de Maiar) empleó su sabiduría para pasar de ser un esclavo a ser el consejero real de la isla en tan solo tres años.

Los hombres de Númenor seguían con ansias de inmortalidad y se mostraban hostiles ante los Valar, algo que Sauron aprovechó en su beneficio. Hizo que Ar-Pharazôn, que ya estaba consumido por la envidia y por las ansias de inmortalidad le declarara abiertamente la guerra a los Valar.

Así pues, se preparó una gran flota con rumbo al oeste para guerrear contra los Valar, pero en el camino, el mismo Ilúvatar abrió las aguas del mar y todos los barcos cayeron a un gran abismo. Además, Ilúvatar volvió la Tierra redonda y separó Valinor del resto del mundo. Así, fue imposible llegar allí para cualquier hombre mortal, solo los elfos podrían ir.

Hundimiento de Númenor

También ocurrió que cuando se abrió el mar, la isla de Númenor fue arrasada y se hundió en el fondo del océano, acabando con la vida de aquellos que allí vivían. Solo se salvaron unos pocos, aquellos que siempre fueron fieles a los Valar y mantuvieron su amistad con los elfos. El rey de los númenóreanos supervivientes era Elendil y éste dirigió a sus huestes hacia la Tierra Media.

Sauron, que estaba en Númenor cuando se hundió, viajó hasta Mordor como espíritu. Una vez allí, se puso el Anillo Único y se hizo una nueva forma, maligna completamente, como la que podría haber tenido Morgoth en su momento álgido.

La Última Gran Alianza de Elfos y Hombres

Cuando Elendil y los númenóreanos llegaron a la Tierra Media fundaron dos reinos: Arnor, que lo fundó el propio Elendil, entre las Montañas Azules y las Montañas Nubladas; y Gondor, al sur fundado por Isildur y Anárion, hijos del rey.

Mapa con Arnor y Gondor

Por aquel entonces Sauron ya había vuelto a Mordor y tenía su nueva forma, así que atacó Gondor sin previo aviso. Durante el ataque, las huestes de Sauron conquistaron Minas Ithil, que pasaría a llamarse Minas Morgul. El regente de la ciudad, Isildur, tuvo que huir por el Anduin (El río Grande) para refugiarse en el territorio de Arnor.

Tras la conquista de la ciudad, las tropas de Sauron siguieron avanzando, pero Anárion las contuvo en Osgiliath y Minas Anor. El problema era que no podría resistir mucho más sin ayuda.

Pero existía otro problema con el que Sauron no contó. Se precipitó a la batalla con la idea de no dejar a los númenóreanos asentarse y acomodarse, pero olvidó que durante su ausencia, Gil-Galad se había vuelto increíblemente poderoso, mientras que su poder aún no estaba completo.

Fue entonces cuando Gil-Galad y Elendil se reunieron y formaron la Gran Alianza con el objetivo de acabar de una vez con Sauron. Esta alianza atravesó las Montañas Nubladas por el paso Alto y por el paso de Caradhras para llegar a las fronteras de Mordor.

Gil-Galad y Elendil contra Sauron

Se reunió un gran número de reyes y personalidades de la época en pos de derrotar a un mal mayor. Bajaron por el Anduin hacia Mordor. Para evitar su avance, Sauron ordenó quemar todo el campo que había entre ellos, arrasando así los campos de las Ent mujeres. Aún así, la Alianza llegó hasta Dagorlad, donde tendría lugar la batalla final.

En la batalla se reunieron tanto los ejércitos de Lindon, Arnor y Gondor como los elfos de Lórien, del Gran Bosque Verde y los enanos de Moria. Por su parte, Sauron tenía de su lado a sus huestes de orcos, hombres del este y del sur y enanos de otras casas.

La guerra duró varios años, en los cuales se asedió el escondite de Sauron. Al final, Sauron acabó al mismo tiempo con Gil-Galad y Elendil. Fue Isuldur, con la espada de su difunto padre quien arrancó el dedo con el Anillo Único a Sauron, derrotándolo.

Isildur con el Anillo Único

Elrond y Círdan aconsejaron a Isuldur acabar con el anillo en las llamas del Monte del Destino, pero éste lo reclamó para sí mismo.

Y así acaba la Segunda Edad del Sol, la etapa más larga de la historia de la Tierra Media. A partir de este momento, da comienzo la Tercera Edad del Sol, donde tienen lugar los acontecimientos de El Hobbit y El Señor de los Anillos, pero eso lo dejaremos para la semana que viene.

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