¿Qué pasó con Mordor después de El Señor de los anillos?

Los libros de El Señor de los Anillos de Tolkien cuentan lo que ocurrió con Mordor tras la destrucción del anillo

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Aragorn se dispone plantar batalla a las fuerzas del Señor Oscuro, posicionando su pequeño ejército de hombres frente a la mismísima puerta negra con el objetivo de distraer la atención del Ojo durante el instante necesario para que Frodo y Sam puedan destruir el anillo único.

El plan surte efecto y mientras el anillo se funde en el monte del destino, tiene lugar una erupción volcánica que lo inunda todo de lava, además de terremotos que engullen buena parte de las fuerzas de Sauron, pero parece que todos estos desastres no fueron suficiente para acabar con Mordor y el mal que allí habita.

El destino de Mordor en los libros de El Señor de los Anillos

En la película dirigida por Peter Jackson no volvemos a visitar la tierra del Señor Oscuro tras la destrucción del anillo, dando a entender que la maligna fortaleza y las fuerzas que la custodian desaparecen por completo.

Si queremos conocer cuál fue el verdadero final de este tenebroso lugar, debemos acudir a los libros de Tolkien, donde se explica que tras la coronación de Aragorn como el nuevo rey de Gondor, una de sus primeras medidas es enviar batallones de hombres a las fronteras de Mordor para limpiar la zona de orcos y asegurar que el mal no vuelve a resurgir.

En los libros se describe Mordor como una región bastante más grande de lo visto en las películas, pues contempla más terreno que la meseta de Gorgoroth, asociada con una ciudad de ruinas y decadencia, pero también hay zonas prósperas, como la cercana al Mar de Núrnen, que cuenta con campos fértiles.

Precisamente es en esta zona donde Aragorn decide enviar a los esclavos que Sauron tenía en su poder, para que construyan una nueva vida allí y vuelva a florecer la paz en estas tierras. Pero no todas las regiones de Mordor tuvieron un destino feliz.

Minas Morgul tenía muy arraigado el mal entre sus paredes, fue el hogar del rey brujo en Angmar y uno de los principales bastiones militares de Sauron por lo que Aragorn decidió reducir la fortaleza a cenizas para evitar que el mal pudiera volver a despertar.

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