
Desde su debut, “Stranger Things” ha tomado al mundo del entretenimiento por asalto. Su potente mezcla de nostalgia ochentera, aventura y misterio ha conquistado a millones de espectadores. Pero, ¿de dónde surgió la inspiración para esta aclamada serie? ¿Qué impulsó a los hermanos Duffer a dar vida a esta joya televisiva?
La historia real que inspiró a los creadores de la serie
Originalmente, “Stranger Things” iba a llevar el título de “Montauk”, haciendo alusión a controvertidos experimentos revelados en la década de los 80.
El “Proyecto Montauk” se refiere a una serie de experimentos clandestinos realizados en la estación de la Fuerza Aérea de Montauk, ubicada en Long Island, Estados Unidos. El objetivo de estas pruebas era desarrollar técnicas avanzadas para la guerra psicológica, así como exploraciones en áreas tan enigmáticas como los viajes temporales.
En 1982, Preston B. Nichols sacó a la luz el libro “The Montauk Project: Experiments in Time”. En esta obra, que se sumerge en teorías conspirativas, Nichols recopila diversos testimonios, entre los que destaca el de Al Bielek, quien sostiene haber participado directamente en dichos experimentos.
Inspiración y nostalgia: Las raíces de “Stranger Things”
Antes de que “Stranger Things” emergiera como uno de los mayores éxitos de Netflix, comenzó como una idea en la mente de los hermanos Duffer, Matt y Ross. Crecieron durante la década de los 80, siendo marcados por las películas y series que definieron esa era. Eran fervientes admiradores de Steven Spielberg, John Carpenter y, por supuesto, Stephen King.

Ambos han admitido que muchos elementos de la serie provienen de clásicos como “E.T. el Extraterrestre”, “Los Goonies” y “Pesadilla en Elm Street”. El deseo de los Duffer era recrear el sentimiento de esas películas, donde los niños, como protagonistas, enfrentan y superan desafíos en mundos donde lo ordinario y lo extraordinario se entrelazan.
El giro moderno: Creando un icono contemporáneo
A pesar de la evidente influencia de décadas pasadas, “Stranger Things” no es simplemente un viaje nostálgico. Los hermanos Duffer tenían claro que querían que la serie resonara con el público actual. Así, mientras se empapaban de nostalgia, también incorporaron elementos actuales, centrándose en relaciones más profundas entre los personajes y tramas complejas y oscuras.
El “Mundo del Revés” es un claro ejemplo de su innovación. Si bien evoca las dimensiones alternativas y criaturas de antiguas historias de ciencia ficción, su diseño y concepto se inspiran en teorías científicas modernas, como las dimensiones paralelas y la teoría de cuerdas.
El toque de Stephen King y la reinvención del horror

Stephen King es renombrado por situar sus historias en pequeños pueblos donde lo cotidiano se mezcla con lo sobrenatural. En “Stranger Things”, Hawkins se convierte en el epicentro de esta colisión. Es un pacífico pueblo que se sumerge en el caos con la irrupción de una entidad de otro mundo.
Los Duffer han señalado que “It” de Stephen King fue una gran influencia. Similar a esta novela, en la serie, un grupo de niños confronta un mal innombrable mientras enfrenta los desafíos típicos de la infancia y adolescencia.
El encanto persistente de “Stranger Things”
“Stranger Things” es más que una carta de amor a los 80. Su verdadero triunfo radica en cómo equilibra esa nostalgia con historias frescas y personajes con profundidad emocional. Los hermanos Duffer han creado una obra que, más allá de ser un fenómeno cultural, ha tocado el corazón de múltiples generaciones, consolidando su lugar en la historia del entretenimiento.

Artículos relacionados: