En el tercer capítulo de “Ahsoka”, nos encontramos con Jacen Syndulla (interpretado por Evan Whitten), descendiente de la comandante de la Nueva República, Hera Syndulla (interpretada por Mary Elizabeth Winstead). Jacen no esconde su deseo: aspira a ser un Jedi.
Con entusiasmo y una mezcla de ingenuidad, relata a su madre cómo Sabine Wren ( Natasha Liu Bordizzo) ha reanudado su formación bajo la tutela de Ahsoka Tano (Rosario Dawson). El interés de Jacen no es casualidad; su linaje le delata. Su padre fue el valiente Jedi Kanan Jarrus (Freddie Prinze Jr.).
Y en el quinto capítulo de “Ahsoka”, titulado “Guerrero de las Sombras”, se confirma una teoría popular entre los aficionados de “Star Wars Rebels”: Jacen ha heredado el don de la Fuerza de su padre. Aunque la capacidad de percibir la Fuerza es esencial para el entrenamiento Jedi, y a excepción de Sabine, se plantea un dilema: en un mundo con tan pocos Jedi, ¿quién podría guiar a Jacen por los senderos de la Fuerza? Hay muchos candidatos, pero uno se destaca por su relevancia en la trama: Ezra Bridger.
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¿Quiénes podrían entrenar a Jacen Syndulla en los caminos del Jedi?
A simple vista, Ahsoka podría ser la mentora ideal para Jacen. Como discípula única de Anakin Skywalker, a quien Dave Filoni, el guionista de “Ahsoka”, califica como el Jedi más destacado de todos los tiempos, el aprendizaje de Ahsoka está sin duda en la cúspide. Su decisión de alejarse de la errada Orden Jedi refleja su integridad.
Actualmente, está impartiendo enseñanzas a Sabine Wren, quien no tiene una conexión tradicional con la Fuerza, marcando un cambio en las convenciones Jedi. Su relación con Hera ha perdurado con el tiempo, y en el pasado, Ahsoka mantuvo fuertes lazos profesionales con Kanan Jarrus. La admiración de Jacen por ella es palpable y la reciprocidad es evidente. Parecería razonable pensar que alguien que no es exactamente un Jedi pueda ofrecer la perspectiva más equilibrada y sabia.
No obstante, pese al emotivo encuentro entre Ahsoka y Jacen en “Guerrero de las Sombras”, la señorita Tano tiene sus manos llenas. A lo largo de la serie, ha mostrado una cierta reserva hacia sus amigos. En cuanto al potencial de Jacen Syndulla como futuro Jedi, el maestro ideal sería sin lugar a dudas Ezra Bridger, siempre que sus compañeros logren localizarlo, por supuesto.
¿Por qué Ezra Bridger es el maestro ideal para Jacen?
Al igual que cualquier guía destacado (y cualquier personaje bien construido), el turbulento pasado de Ezra Bridger lo moldeó, haciéndolo más fuerte y un Jedi más competente. Desde que quedó huérfano a los siete años, Ezra (a quien le presta voz Taylor Gray) parecía inicialmente un joven ensimismado y reacio a asumir responsabilidades en “Star Wars Rebels”.
Sin embargo, esas actitudes no eran realmente su esencia. La dominación del Imperio en su mundo natal lo llevó a actuar por instinto y necesidad, robando alimentos y evadiendo peligros sólo para subsistir. Pero cuando se vio desafiado en el episodio inicial de “Rebels”, a sus 14 años, no dudó en arriesgar su vida por desconocidos. A pesar de su resistencia inicial y comentarios irónicos, ¿acaso no es conmovedor el surgimiento de un héroe inesperado? Ezra Bridger, quizás más que otros personajes contemporáneos de Star Wars, encarna y renueva los valores esenciales de la saga.
Al final de “Rebels”, cuando tiene 19 años, ya se ha forjado como un Jedi digno de admiración. Un Ezra maduro, altruista, y sereno, pero aún con un toque juguetón, parece ser la elección predestinada para guiar a Jacen Syndulla. Si bien cualquier Jedi protegería a Jacen a toda costa, Ezra potenciaría su carácter único, ayudándolo a descubrir y consolidar sus habilidades, conservando su espíritu jovial y evitando imponerle dogmas anticuados.
Tal vez lo más trascendente sea que no habría una relación Maestro-Padawan más emotivamente compleja que la de Ezra orientando al hijo de quien fue su propio mentor. Para Ezra, Kanan Jarrus no fue sólo un maestro Jedi, sino el padre que anhelaba en su soledad. Su vínculo fue recíproco; aprendieron y crecieron mutuamente. Al momento de la desaparición de Ezra, él ignoraba que Hera esperaba a Jacen. Reunirse con el hijo de quienes fueron figuras paternas para él sería simultáneamente un recuerdo doloroso y un inesperado regalo. A pesar de que Ezra logró superar la pérdida de Kanan, tales cicatrices perduran en el corazón.
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