Una semana más nos reunimos para el último episodio del manga de One Piece. Y es que no cabe duda de que Eiichiro Oda nos mantiene en vilo, gracias a los eventos ocurridos en lo que parece ser el clímax de la guerra en Onigashima. Muchos pueden pensar que este episodio 1046 ha bajado el nivel de impacto respecto a los anteriores, pero lo cierto es que, aún así, nos ha dejado grandes momentos. Pero, ¿qué ha ocurrido realmente en este capítulo? Sin más dilación, comencemos.
La guerra de Onigashima da un nuevo giro
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Cualquier lector de manga debe de saber que el nivel ofrecido por One Piece durante sus últimos tres capítulos es imposible de mantener para siempre. Sin embargo, Oda ha demostrado en múltiples ocasiones ser un absoluto maestro en esto de desviar la atención de los lectores respecto al foco principal de la historia. Algo que vuelve a demostrar en esta ocasión.
Pues bien, el capítulo comienza mostrándonos un poco más acerca de la batalla entre Luffy y Kaido. Como no podía ser de otra forma, el Yonkou está sorprendido -y quién no- con los nuevos poderes del Mugiwara. De esta forma, es el propio Kaido quien nos confirma algo que ya sabíamos: este ha sido el despertar de la Akuma no Mi del capitán de los Sombrero de Paja. Además, y en contra de las teorías de muchos usuarios, Luffy también asegura que él continúa siendo el mismo, es decir, finalmente Nika no lo ”ha poseído”, tal y como algunos rumoreaban.
Después de esta corta pero reveladora escena, cambiamos de escenario para ver como un incendio incontrolable está devorando la zona inferior de Onigashima. El pánico y la angustia de morir quemados se apoderan de la mayoría de personajes, tal y como vemos en una sucesión de paneles.
No obstante, todo parece indicar que Jimbei y Raizo tienen un plan conjunto para poner fin al citado incendio. Por suerte para todos los presentes, dicho plan termina funcionando a la perfección por lo que según parece, a no ser que en el próximo capítulo esta trama vuelva a dar un vuelco, la situación está finalmente controlada.
Por último, regresamos a la batalla entre Luffy y Kaido con una espectacular viñeta final en la que podemos ver al primero sujetando, nada más y nada menos, que un rayo con sus propias manos. Un final que, desde luego, vuelve a abrirnos el apetito de cara a la siguiente entrega de la serie. Eso sí, tendremos que esperar un poco más, ya que la semana que viene no tendremos capítulo de One Piece.
Y a vosotros, ¿qué os ha parecido este episodio? ¿Qué creéis que pasará en el siguiente? Recordad que, como siempre, podéis comentarnos vuestras impresiones y teorías en nuestra cuenta de Twitter.
